sábado, 13 de junio de 2009

Continuidad en el poder, Irán reelige a Ahmadineyad


El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, ha logrado una amplia victoria en las elecciones presidenciales, comicios que se habían presentado como trascendentales para Irán y la región. El candidato conservador habría obtenido el 80% de los sufragios, frente al 32% conseguido por su principal rival, el reformista y ex primer ministro Mir Hossein Mousaví, en unas elecciones que contaron con una masiva afluencia de votantes, que se calculó en más de un 70% del electorado.

Ahmadineyad, de 52 años, controló el voto de campesinos, pensionistas y funcionarios, a quienes ha prometido más ayudas y resistir las presiones occidentales sobre el programa nuclear. El ex primer ministro Musaví, de 67, que ha ofrecido mayores libertades sociales y mejores relaciones con Occidente, espera capitalizar el rechazo que suscita la política del presidente entre las clases medias urbanas, en especial, jóvenes y mujeres.

"La participación de estas elecciones no tiene precedentes", declaró el jefe de la Comisión Electoral, Kamran Daneshjoo. Estimó que al concluir la jornada electoral se habría batido el récord de cerca del 80% que se registró en 1997, durante la primera elección de Mohamed Jatamí. Estas cifras favorecían en teoría a Musaví. Unos 46,2 millones de iraníes mayores de 18 años tenían derecho a votar.

Desde la apertura de las urnas a las ocho de la mañana, hubo largas colas ante la mayoría de los colegios electorales. A media tarde, la nutrida afluencia de votantes había dejado sin papeletas numerosos colegios tanto en el noroeste del país como en el norte de Teherán. El candidato reformista denunció durante la jornada electoral diversas irregularidades, como la falta de papeletas o el hecho de que a millones de personas se les ha denegado el voto.

Las elecciones iraníes han generado gran atención internacional. La ventaja del actual presidente generó preocupación en varios paises, particularmente en Estados Unidos, las capitales europeas y entre algunos vecinos de Irán en la región.

Irán figura entre las principales prioridades de política exterior de Barack Obama, pues Washington está decidido a poner freno a las ambiciones nucleares de Irán. Pese a que Ahmadinejad insiste en que su programa tiene objetivos pacíficos, Estados Unidos y otras naciones temen la posibilidad de que desarrolle armas atómicas. Asimismo, Teherán puede ser clave para lograr la estabilidad en Afganistán e Irak.

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