Partidarios de Bachar el Asad |
Los alauíes tienen más afinidades con los chiíes que con los suníes. Ellos no comen cerdo ni conejo y el vino forma parte de su liturgia. Los imanes dirigen la oración en casas particulares o al aire libre y rara vez en mezquitas. Rechazan algunos preceptos del islam, como la peregrinación a La Meca, y al Corán le añaden su propio libro sagrado (Kitab al Majmu). Su conocimiento está reservado a los hombres mientras las mujeres practican una especie de religión en la que veneran árboles y arroyos (¿?).
Desde hace más de 40 años los alauíes controlan Siria, pero en 1946 perdieron poder y se alistaron en el ejercito para lograr su promoción social, que culminó con la llegada al poder en 1970, mediante un golpe de Estado de Hafez el Asad, padre del actual presidente, que falleció en su despacho en el 2000.
La familia Asad |
Tras una década en el poder, Bachar el Asad ha defraudado las expectativas de muchos jóvenes que esperaban una apertura política. El desempleo es elevado y el sector público aún ocupa a la mitad de la población activa, que junto a la corrupción ha lastrado el desarrollo. No se han creado instituciones que sustenten la identidad nacional y permitan canalizar las inquietudes políticas.
La opinión pública cree que Bachar el Asad no ha emprendido reformas porque la vieja guardia de su padre se lo impide, eso tras la subida de sueldos de los funcionarios, entre 20% y 30%. Y pese a la corrupción de la familia Asad, el presidente sirio acusó a una "conspiración extranjera" de fomentar disturbios con el ánimo de destruir Siria y se mostró desafiante: "Si quieren guerra, la tendrán".