jueves, 24 de diciembre de 2009

Aishwarya Rai, la exportación de Bollywood


Aishwarya Rai es una de las actrices y cantantes más famosas de la industria Bollywoodense. Originaria de Karnataka, al sur de la India, Aishwarya es arquitecta y fue Miss Mundo en 1994. Sus pelis más reconocidas son Hum Dil De Chuke Sanam (1999) y Devdas (2003) filmadas en tamil y hulu, aunque ella también habla otras lenguas como el hindi, urdu, maratí, y canarés.

Más info sobre ella: http://www.aishwarya-rai.com/

martes, 22 de diciembre de 2009

¿Quién permitió la manipulación del cadáver de Arturo Beltrán Leiva?


El Barbas, los saldos de Medina y el futuro de la PGR

Por Carlos Puig en Milenio

La suerte del Arturo Beltrán Leyva, El Botas Blancas o El Barbas, se empezó a agotar hace casi un año cuando Noé Ramírez Mandujano fue detenido.

Ramírez Mandujano había sido el subprocurador de Investigaciones Especializadas en Delincuencia Organizada de Eduardo Medina Mora. Encargado desde la PGR de la lucha contra el narcotráfico. Semanas antes del arresto de Ramírez Mandujano, habían sido detenidos sus cuatro subalternos.

Todos, según la acusación en su contra, colaboraban con la organización de Beltrán Leyva. Información que ya se ha publicado en este espacio, verificada con fuentes militares, comprueba que, por lo menos ocho meses antes de su detención, la Secretaría de la Defensa había informado al Presidente de su sospecha de que Ramírez Mandujano estaba cooptado por los Beltrán. A pesar de eso, obsesionado con su particular guerra con Genaro García Luna, Medina Mora se había resistido a, por lo menos, mover a Ramírez Mandujano de lugar.

Las consecuencias fueron nefastas. Para empezar, los militares dejaron de compartir información sensible con la SIEDO, cosa que ya sucedía entre la SSP y la PGR. Durante meses no sólo se vivió una guerra de filtraciones periodísticas y golpes bajos burocráticos, sino que se dejó seguir operando a lo que en los hechos era una red de protección de alto nivel del Barbas.

El asunto de Ramírez Mandujano terminó para efectos prácticos con la ascendencia de Medina Mora en la guerra contra el narco y destrozó operativamente a la SIEDO. Antes, la decisión del Presidente (hoy parcialmente revertida), de dar gusto a Genaro García Luna concentrando bajo su mando todas las policías, ya había debilitado al Ministerio Público. Para efectos prácticos, la procuraduría se quedó como una especie de oficialía de partes en que se procesaban las acciones de la Policía Federal y el Ejército.

En la guerra contra el narco, la procuraduría ya no participaba.

Y si alguien dudaba que esto era una guerra, basta mirar el operativo en Cuernavaca recordando la Constitución y las leyes mexicanas. ¿Dónde estaba el Ministerio Público? ¿A qué orden de aprehensión correspondió el operativo? ¿A qué orden de cateo? ¿A quién avisó la Marina? ¿A la PGR? ¿A Los Pinos? ¿A Gobernación? ¿A nadie? ¿Ya se mandan solos? ¿Las fuerzas armadas actuando sin supervisión minuciosa del gobierno? ¿Qué hacemos respecto a Ignacio Aguilar, comerciante de tortillas de Cuernavaca, muerto en el operativo? ¿Daño colateral? ¿Cómo se juzga? ¿Qué hace la PGR, la justicia, al respecto?

El operativo de Morelos camina en sentido contrario al objetivo final planteado por el presidente Calderón: lograr un país en el que impere el Estado de derecho. Ése se suspendió en Cuernavaca.
No queda más que una profunda reestructuración de la procuraduría, el único instrumento no policiaco que debería controlar esta guerra loca, violenta y sin mucho rumbo.

El nuevo procurador ha comenzado su gestión con nombramientos interesantes, no exentos de polémica, como el de Wilfredo Robledo, y ha ordenado el cambio de algunas formas de operación que le permitan rescatar de la ruina el orgullo de la otrora poderosísima PGR. Tardará. Tal vez años.

Por lo pronto, mientras silencioso lleva a cabo esa labor de reconstrucción institucional, el procurador podría mostrar que al menos tiene la voluntad política de terminar con el espíritu de su antecesor. Dos casos se le presentan en los próximos días.

El primero: Alberta Alcántara y Teresa González siguen en la cárcel. Las dos mujeres están acusadas, como lo estuvo Jacinta Francisco Marcial, del secuestro de seis agentes de la AFI. La acusación es igual de absurda, llena de venganza y de irregularidades, como lo admitió la misma PGR en el caso de Jacinta. La necedad de la anterior administración logró que la administración de Calderón tuviera en su haber una presa de conciencia en Jacinta. Pronto serán dos más. Una revisión del expediente de parte del procurador Chávez será suficiente.

El segundo: Medina Mora se empeño en hacer a la institución más opaca de lo que ya era. Lo hizo acudiendo a los tribunales y cabildeando en el Congreso. Logró que contra el IFAI y el espíritu de la transparencia, las averiguaciones previas que han causado “estado” sean públicas. Desde ayer, el nuevo procurador tiene una oportunidad para sacudir el estigma.

Continúa...

lunes, 21 de diciembre de 2009

Muere líder espiritual de la oposición iraní


El movimiento reformista de Irán perdió ayer a su referente espiritual. El ayatolá Hosein Ali Montazerí murió de madrugada, de un ataque al corazón, a los 87 años. Fundador de la República Islámica, Ruholá Jomeini, era uno de los principales opositores del presidente Mahmud Ahmadineyad y de la autoridad suprema del ayatolá Alí Jamenei. Fue uno de los clérigos críticos con el sistema de gobierno religioso que implantó la revolución y que consideró fraudulentas las elecciones de junio pasado.

La movilización para acudir a su entierro hoy, en Qom, refleja la popularidad de Montazerí. Nada más conocer su muerte, una multitud se congregó frente a la casa donde vivía en esa ciudad santa del chiísmo. Además, miles de personas salieron hacia allí desde Nayafabad, su localidad natal en la provincia de Isfahán, Shiraz y otras ciudades, según informó la web conservadora moderada Parlemannews. En Teherán se organizaron concentraciones espontáneas de duelo en varias plazas y de nuevo sus habitantes salieron a las azoteas para gritar el Alá-u akbar (Dios es el más grande) y muerte al dictador, que se han convertido en la consigna de la oposición.

Alumno de Jomeini, Montazerí fue uno de los teóricos del velayat-e-faqih, la doctrina del Gobierno del jurisconsulto que es el fundamento de la República Islámica y que subordina el poder político al poder religioso. También participó en la redacción de la Constitución. Su independencia iba a convertirle en una espina para el poder establecido.

Jomeini no toleró sus críticas contra las ejecuciones masivas de opositores y le apartó de la sucesión en marzo de 1989, pocos meses antes de su muerte. Se retiró a su seminario, pero mantuvo su voz crítica. En 1997, el heredero de Jomeini, Alí Jamenei, a quien superaba en la jerarquía religiosa, ordenó su arrestó domiciliario por cuestionar los poderes del líder supremo. Le prohibieron enseñar, borraron su nombre de los libros de texto y la propaganda oficial se dedicó a denostarle. Imbuido de su "sentido del deber religioso", Montazerí siguió acusando a los gobernantes de "imponer la dictadura en nombre del islam" y de su deriva militarista.

Con información de El País

Galletitas de jengibre


Después de casi un mes sin actividad por este rumbo, hoy regreso con unas recetas ad hoc a la temporada decembrina (cabe decir que la sección de cocina árabe es de las más visitadas). Espero no se compliquen la vida al realizarlas y que las disfruten!

Galletas de Jengibre


20 porciones

6 ½ taza de harina
1 cucharadita de bicarbonato
½ cucharadita de sal
2 cucharaditas de canela molida
2 cucharaditas de jengibre molido
2 cucharaditas de clavo molido
400 gramos de mantequilla
1 ¼ tazas de azúcar mascabado
2 huevos
1 taza de melaza o miel de caña

Preparación

Mezclar los ingredientes secos, harina, bicarbonato, sal, canela, jengibre y clavo.

En la batidora, acremar la mantequilla con el azúcar. Agregar los huevos, la melaza y batir a velocidad media.

Incorporar la mezcla de los ingredientes secos y batir hasta integrar.

Unir la masa y ponerla en una bolsa de plástico en el refrigerador aproximadamente una hora.

En una superficie enharinada extender la masa a un grosor aproximado de ½ centímetro y cortar en moldes.

Poner las figuras sobre una charola engrasada dejando espacio entre cada una y hornear a 180°C durante 10 minutos o hasta que estén ligeramente doradas.