sábado, 5 de marzo de 2011

Entendiendo la revuelta libia

Vámonos entendiendo el conflicto en Libia

Muanmar Gadafi es un dictador que lleva 41 años en el poder, tiene a su familia instalada en el todo los puestos de gobierno y no duda en reprimir todo acto de disidencia. Gadafi “creador” de la Jamahiriya, un sistema político quesque democrático, fundado en una república de las masas; y si las cosas no funcionan, es culpa de ellos.

Muanmar el Gadafi nació el 7 de junio de 1942 en Sirte, cuando Libia se llamaba Noráfrica Italiana. Tras la caída del imperio de Mussolini Libia paso a manos del rey Idris. En el ambiente imperaba un anticolonialismo, sentimiento que compartía la sociedad libia. El 1 de septiembre de 1969, Muanmar Gadafi que se había convertido en militar, participó en el golpe de Estado contra la monarquía. Más tarde lo nombraron presidente.

En su quehacer político internacional cabe destacar que Gadafi intentó “fusionar Libia con Egipto, Siria, Túnez y Sudán, que invadió Chad, que respaldó a los tres tiranos más sangrientos del África poscolonial (Bokassa en el Imperio Centroafricano, Idi Amin en Uganda, Mobutu en Zaire), que financió sin discriminaciones ideológicas a cualquier grupo guerrillero o terrorista que le pidiera dinero (solo exigía que el grupo en cuestión se definiera como "anticolonialista" o "antiimperialista"), y que participó en casos de terrorismo de Estado en el extranjero como la destrucción de dos aviones de pasajeros (UTA en 1986, Pan Am en 1988) o de una discoteca en Berlín (1986)”. Fuente, El País.

Los jóvenes son la principal fuerza opositora al régimen de Gadafi

A esto hay que sumarle los enfrentamientos entre leales y opositores a Gadafi que ya han cobrado numerosas vidas, sobre todo entre Bengasi, la capital de los sublevados, y Sirte, el verdadero objetivo de los rebeldes al ser la cuna del dictador y el gran baluarte de su poder junto a Trípoli.

Manifestantes leales al gobierno de Gadafi

Otro de los puntos donde se han librado violentos enfrentamientos es Ras Lanuf, una población costera junto a una importante refinería petrolera. En los enfrentamientos, militares afines a Gadafi persiguen a los comités revolucionarios en ciudades como Trípoli, Wazin, Nalut, Sirte que están controladas por el gobierno y lugares controlados por los rebeldes Bengasi, Al Biada, Shatat Darna, Tobruk y aledañas a Tripoli, zonas que ya no son controladas por el régimen de Gadafi.

Es el ímpetu de miles de jóvenes, como la Unión de Jóvenes de Libia que han convocado a marchas y buscan engrosarse en las filas de los rebeldes para luchar en una primera línea que se mueve muy despacio por la pésima preparación pues algunos son novatos.


Retratos de los muertos y desaparecidos durante las rebeliones que buscan tumbar a Gadafi

Estados Unidos siempre atento a que sus intereses petroleros en la región no se vean afectados, inmediatamente desplazó hacia las costas de Libia un portahelicópteros y otra nave cientos de marines a bordo.

La actuación militar en Libia es una opción que "necesita ser considerada de manera muy cuidadosa", dijo el secretario de Defensa, Robert Gates. Mientras la secretaria de Estado, Hillary Clinton, insistió ayer en que Estados Unidos seguirá hablando de ese asunto con sus aliados europeos y árabes, y que se seguirán estudiando diferentes medios para ayudar a la oposición libia.

Y es que entre las principales potencias no existe un consenso suficiente para proceder de inmediato. Entre los países europeos existen dudas, Estados Unidos quiere hacerlo casi por encargo, sin tomar plenamente la iniciativa, y todos quieren solicitar permiso al Consejo de Seguridad de la ONU, donde Rusia y China, probablemente, lo vetarían.

Los gobiernos de Brasil, Perú y Chile condenaron claramente la represión de manifestantes libios, mientras Fidel Castro acusó a Estados Unidos y la OTAN de instigar los levantamientos en Libia para invadir el país y aprovechar su riqueza petrolera. El Presidente venezolano Hugo Chávez mostró su preocupación por la crisis en el "país hermano", mientras que el Presidente Daniel Ortega de Nicaragua dijo que ha telefoneado a Gadafi para expresar su solidaridad.

Quienes de verdad padecen la obsesión de Gadafi por mantenerse en el poder, son los miles de refugiados (casi 20 000) que huyen de la guerra en el país. Todos cuentan historias similares: que les sacaron del trabajo y les pegaron, que les quitaron los celulares para impedir que hicieran fotos y que les obligaron a dar un rodeo en su éxodo para evitar las ciudades que los rebeldes habían tomado.

Fuente: El País, Canal 11, Deutsche Welle, The Guardian


Miles de refugiados salen del país rumbo a Egipto o Tunez