sábado, 19 de febrero de 2011
Dictaduras de Bahréin, Libia y Yemen reprimen protestas
Bahréin
Miles de bahreiníes se han manifestado durante los últimos días para reclamar reformas políticas. Soldados del Ejército de Bahréin dispararon contra medio millón de manifestantes que se dirigían a la Plaza Lulu. Los heridos superan los 100. La policía desalojó a la fuerza esta céntrica plaza de Manama, donde miles de manifestantes se concentraron para exigir reformas económicas.
Animados por las recientes revueltas en Egipto y Túnez, los chiíes, que constituyen la mayoría de la población autóctona de Bahréin, reclaman una monarquía constitucional que garantice sus derechos en igualdad con los de la minoría suní gobernante.
Los manifestantes exigen el cese del primer ministro, el jeque Khalifa bin Salman al Khalifa. El jeque Khalifa, tío del rey, lleva al frente del Gobierno desde la salida de los británicos en 1971. Los chiíes llevan años quejándose de discriminación y falta de libertades políticas. Entre 1994 y 1999, sus protestas se saldaron con 40 muertos.
Ahora los manifestantes se esfuerzan por dejar claro que no tienen ningún motivo sectario y que el vecino Irán no está involucrado. El líder de la oposición chií, el jeque Ali Salmán, aseguró durante una conferencia de prensa que no quieren ni la caída del régimen ni la instauración de un Estado religioso como el iraní. Su aspiración, dijo, es "un Estado democrático, una monarquía constitucional, en la que el Gobierno sea elegido por el pueblo".
Flanqueado por Arabia Saudí y Catar, Bahréin es mucho menos rico en petróleo que sus vecinos. El reino, que alberga la V Flota estadounidense, es un centro financiero.
Libia
Asimismo, el régimen de Muamar Gadafi ha mandado al ejército a reprimir las protestas, que ya causaron desde jueves la muerte de al menos 46 personas, la mayoría por disparos de la policía. Esta es la mayor oleada de protestas desde que hace casi 42 años que Muamar el Gadafi llegó al poder. Las última noticia es que Gadafi ha cortado Internet, según información difundida por Arbor Networks, una empresa de EE UU que vigila el tráfico en la Red.
Yemen
Las protestas que piden la salida del presidente yemení, Ali Abdalá Saleh que lleva en el poder desde 1978, ya dejó al menos cuatro muertos en el sur del país.
Los yemeníes buscan la salida de todos los familiares del presidente de la dirección de las fuerzas de seguridad y que todos los temas e interlocutores debatan. Según El País: "El régimen nos ha robado el pasado, tenemos que luchar por el futuro", declaró Arwa Othman, una de las escasas mujeres presentes en la manifestación. "El presidente es un cobarde, en vez de enviar al Ejército envía a policías vestidos de civil", añadió un joven. Essam, un hombre que se identifica como capitán del Ejército y muestra su carné militar, confirma ese extremo: "Han sacado a delincuentes de la cárcel y los dirigen policías de paisano". También asegura que hay oficiales que respaldan la exigencia de un cambio de régimen. "La semana pasada coincidí con un general en la manifestación. Nos han ofrecido dinero para que no participemos, pero lo he rechazado. Quiero un ejército profesional, no una milicia privada para defender a una familia".
domingo, 13 de febrero de 2011
La Berlinale se solidariza con Jafar Panahi
Una silla vacía en la inauguración de la Berlinale fue la imagen más emblemática del Festival de cine en la capital alemana. Un lugar vacío similar al que no ocupó el disidente chino Liu Xiaobo en la entrega del premio Nobel de la Paz 2010. Esta vez era la silla de Jafar Panahi, cineasta iraní, encarcelado en su país por el delito de "propaganda contra el régimen".
La Berlinale se ha solidarizado con Panahi, uno de los cineastas más influyentes de la denominada "Nueva ola iraní", quien es profundamente crítico con la situación social en su país y ha retado con frecuencia a la censura y la presión política ejercida desde el gobierno de Teherán.
Isabella Rossellini, quien preside el jurado de la edición número 61 de la Berlinale afirmó que: "El simple hecho de invitar a Panahi para formar parte del jurado, aún sabiendo que había la posibilidad de que no estuviera aquí, ha sido una señal clara, por parte de la organización, a favor de la libertad de expresión".
Antes de iniciarse en el cine, Panahi rodó numerosos cortos y documentales para la televisión iraní y trabajó como asistente de director en varias películas. Sus cintas han recibido entre otros el León de Oro en el Festival Internacional de Cine de Venecia, por "El círculo" (Dayereh, 2000), y el Oso de Oro en la Berlinale, por "Offside", en 2006.
Con su debut en el cine, "El globo blanco" (1995), ganó la Cámara de Oro en el Festival de Cine de Cannes, mientras que con "El espejo" (Ayneh, 2003) se hizo con el Leopardo de Oro en Locarno. "Crimson Gold" (Talaye Sorkh, 2003) le dio el Premio del Jurado en Cannes. Su último trabajo, el corto "El acordeón", fue estrenado este año en Venecia.
Este año la Berlinale ha programado fuera de concurso la proyección de cuatro películas de Jafar Panahi, entre ellas “Offside” que relata la vida de las mujeres en la sociedad iraní, que están “fuera de juego” hasta cuando juegan al fútbol.
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