jueves, 25 de marzo de 2010

Bin Laden amenaza a los estadounidenses


El individuo de la foto, Jaled Sheij Mohamed fue capturado en Pakistán en el 2003 por su presunta militancia en la red terrorista Al Qaeda. Posteriormente, fue trasladado a la cárcel de Guantánamo, en Cuba, donde presuntamente fue torturado para confesar su participación en los ataques del 11 de septiembre.

En el 2007, Mohamed aceptó haber sido el cerebro del ataque a las Torres Gemelas donde murieron tres mil personas. En noviembre del 2009, él y otros cuatro acusados fueron trasladados a Nueva York, para ser juzgados por un tribunal federal. Actualmente, espera el veredicto de las autoridades, que podrían otorgarle la pena capital.

“Estos son crímenes extraordinarios, por lo que buscaremos las penas máximas. Realmente espero que los acusados enfrenten la pena de muerte para cada uno de los conspiradores de los ataques del 11 de septiembre”, dijo Eric Holder, ministro de Justicia de EU, el 13 de noviembre de 2009.



Este jueves, el líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden, amenazó con matar a todos los estadounidenses que capture, si Washington ejecuta a Mohamed: “la Casa Blanca ha mostrado su interés en ejecutarlo. El día que Estados Unidos tome esa determinación, nosotros tomaremos la decisión de matar a cualquier estadounidense que capturemos”, expresó.

En un mensaje de audio difundido por la cadena de televisión Al Jazeera, Bin Laden, aseguró que el presidente estadounidense Barack Obama continúa las mismas políticas bélicas que su predecesor, George, W. Bush: “su amigo en la Casa Blanca está siguiendo los mismos pasos que su predecesor en cuestiones muy importantes, como continuar con la guerra en Afganistán y amenazar a nuestra gente que tiene bajo su poder, como el héroe de la guerra Khalid Sheikh Mohammed”.

Bin Laden también criticó a Estados Unidos por no defender los territorios palestinos de la ocupación israelí.

Por su parte, el vocero de la Casa Blanca, Robert Gibbs, respondió que Al Qaeda no tiene otra cosa que difundir más que odio, y confirmó la intención de Washington de acabar con su red de terror.

Fuente: Canal 11

martes, 23 de marzo de 2010

Estados Unidos acepta su responsabilidad por la violencia en México


Ahora si nos alcanzo el destino. Esta tarde Hillary Clinton admitió la responsabilidad de su país en la violencia en la frontera común y dejo claro que la lucha contra el narcotráfico ya no se trata de discusiones o reuniones sino se necesita de resultados tangibles. "Aceptamos nuestra responsabilidad compartida. Sabemos que la demanda de la droga motiva a una gran parte de este comercio ilícito, que las armas que se compran en Estados Unidos, como vimos algunos ejemplos aquí afuera (haciendo referencia a la exposición de armas decomisadas, misma que se exhibía en el vestíbulo de la cancillería), se utilizan para facilitar la violencia aquí en México”, dijo la secretaria de Estado norteamericana.

Y una vez aceptada la responsabilidad, Hillary siguió con su discurso matizado con la idea de que México puede ser un Estado terrorista: "Estamos trabajando en nuestros dos Gobiernos, juntos, para resolver los problemas que representan los carteles delictivos que están al acecho en sus calles y las nuestras, que matan e hieren a gente inocente y que propagan un reino de terror, de intimidación y que utilizan el tráfico de la droga para generar la adicción en la gente, trafican en personas para su degradación, que son verdaderamente una ofensa, una refutación, de los valores que comparten nuestras dos naciones".

Ajam, pero esto no es raro, porque recordemos cuando el 11 de febrero de 2009, Dennis Blair, a cargo de la Dirección Nacional de Inteligencia de Estados Unidos (y que formó parte de la comitiva de EU,), dijo que México no era capaz de controlar partes de su territorio y se refirió a México como un Estado fallido. Asimismo, la declaración del ex zar antidrogas de Estados Unidos, Barry McCaffrey va en esa misma dirección: "Ciudad Juárez es ya inmensamente más peligrosa que Bagdad o Kabul”.

Y chance tiene razón, pues las instituciones policíacas están corrompidas por el narco.

En la reunion (que pintaba a regaño por parte de EU a México, ya que se reunían gran parte del gabinete de EU para atender el problema mexicano que ya está afectando la seguridad de los gringos), Hillary Clinton estuvo acompañada por el secretario de Defensa, Robert Gates; la de Seguridad Interior, Janet Napolitano; el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, Michael Mullen; el director nacional de Inteligencia, Dennis Blair, y el titular de la Administración Federal Antidrogas (DEA), Michelle Leonhart. En la representación mexicana estuvo Patricia Espinosa y el secretario de gobernación, el “dabadabaduu”, Fernando Gomezmont.

Hillary (que la tuve a medio metro de distancia y me alcanzó con un Hi! muy amablemente) agregó que Estados Unidos respalda con fuerza la valiente campaña mexicana contra las organizaciones criminales, y claro, Patricia Espinosa titular de la SRE celebró la ayuda con un superplan que incluye cuatro áreas estratégicas en las que centrarán su nueva etapa de cooperación:

- La desarticulación de las organizaciones delictivas que actúan en los dos países.
- El apoyo mutuo para fortalecer las instituciones de seguridad de ambos países.
- El desarrollo de una frontera segura y competitiva para el siglo XXI, el fortalecimiento de la cohesión social en comunidades de los dos países, y el establecimiento de un programa de trabajo bilateral para combatir el tráfico de armas y los flujos financieros ilícitos hacia México

Ya luego daré detalle de esta "ayuda" que contempla la Iniciativa Mérida, ya que el gobierno de Estados Unidos solicitará al Congreso de esa nación un presupuesto por 5 mil 600 millones de dólares para el año 2011, dizque para disminuir la demanda de drogas en su territorio. Después de la foto de comadres quedo claro la mutua colaboración pero aun con la duda: ¿de qué forma?

Ojalà encuentren la respuesta, porque esta noche, una vez más, han muerto nueve personas, dos militares y siete civiles, en un enfrentamiento entre grupos de presuntos delincuentes y elementos del Ejército mexicano.