domingo, 28 de febrero de 2010

Alejandro Almazán presenta su primer narconovela, Entre Perros


Por Abigail Crusher

De su cercana relación con la cultura de Sinaloa y el conocimiento sobre las redes de narcotráfico que operan en la zona, surge Entre Perros, primera novela del periodista y escritor, Alejandro Almazán, egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM y colaborador en Reforma, Milenio, El Universal, Canal 40 y la Revista Emequis.

Almazán quien por mucho tiempo ha convivido con sinaloenses y ha asimilado su cultura, afirmó que los norteños suelen ser más francos por tener un manejo natural de su lenguaje, por sus propios modismos y localismos: “Allá no te dicen te rompo la madre, sino te rompo todo lo que te quiero”, expresó.

Su novela está impregnada de toques bastantes violentos que no están fuera de la realidad. Entre perros es la recreación de los perfiles de narcotraficantes inmersos en la violencia, es la historia de tres amigos, Diego Zapata, reportero que traiciona a una velocidad trepidante; Ramón Guerrero alias “El Bendito”, un sicario que trabaja para uno de los cárteles más poderosos de México y Carlos “El Rayo” Mondragón, un promotor boxístico que tiene que mezclarse también en ese mundo.

Almazán destacó que Entre Perros es también la historia de corrupción del ejército, de las autoridades, de las policías ligadas al narco, de cómo hacen un convenio para que solamente exista un solo cártel y cómo se tiene que eliminar al otro: “Hace tiempo que me habían comentado de la existencia del “pozolero”, pero yo no lo creía hasta cuando lo agarraron, porque en Culiacán todo mundo conoce a un sicario”, expresó entre risas.

En la presentación Alejandro estuvo acompañado de su mentor, Elmer Mendoza, quien le ayudo a construir y pulir el relato desde el punto de vista literario, porque en un principio Almazán lo que hacía era un tipo de crónica periodística y no una novela: “Cuando se lo di a Elmer me dijo: “olvídate de todo el periodismo, tú eres un escritor, aquí eres Dios, y tú vas a saber lo que le vas contar a la gente o qué no le quieres contar”, entonces me la creí y así surgió Entre Perros”.

Almazán agregó: “Lo que sucede en la literatura es que mientes y mientes y el problema es que nosotros, como reporteros, trabajamos con la verdad, entonces no necesariamente te va cuajando la historia y te desesperas”. Los relatos de Almazán se mueven en la fina línea que existe entre el periodismo y la literatura, porque sus personajes, tomados de la realidad parecen sacados de una película de Kitano, ya que la psicología de sus actores está muy bien construido, “son personajes que se quedan para siempre en el imaginario de las personas”, señaló Elmer Mendoza.

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