viernes, 6 de agosto de 2010

Cuando el terrorismo alcanzó a Estados Unidos


Estados Unidos afirmó que la “capacidad de resistencia y adaptación” de la organización terrorista Al-Qaeda le ha permitido reproducirse y extenderse en países como Paquistán y Yemen y la ha convertido en la más peligrosa amenaza para la seguridad nacional.

En su informe anual sobre terrorismo internacional, el Departamento de Estado no aportó grandes novedades. Al-Qaeda es, a todas luces, el enemigo número uno de Estados Unidos, aunque el reporte indica que la cifra de ataques terroristas en 2009 decreció a nivel mundial, pero aumentó en Afganistán por los ataques perpetrados por talibanes contra las fuerzas internacionales y la población civil.

En Afganistán la cantidad de atentados terroristas registrados el año pasado fue de 2 mil 126, en relación con los mil 222 de 2008. La cantidad de personas que murieron, resultaron heridas o fueron secuestradas en el país asiático como consecuencia del terrorismo ascendió de 5 mil 430 en 2008 a 7 mil 584 en 2009, según cifras del Centro de Contraterrorismo Nacional incluidas en el informe oficial.

En lo que respecta a los ataques registrados a nivel global, las estadísticas indican que la cifra decreció de 11 mil 725 de 2008 a 10 mil 999 este año. La cantidad de muertos a causa de estos ataques fue de 14 mil 971 en 2009, es decir alrededor de 700 menos que un año antes.

Al-Qaeda no sólo ha sido capaz de extenderse a través de Asia y África, sino que ha conseguido penetrar en el propio territorio estadounidense, con la aparición de “terroristas domésticos” que han estado a punto de golpear algunas de las más importantes ciudades estadounidenses y puesto a prueba a los servicios de inteligencia y seguridad. Tal es el caso de Faisal Shahzad, un estadounidense de origen paquistaní de 30 años que fracasó el pasado mes de mayo en sus planes por hacer estallar un coche bomba en el corazón de Times Square, en Nueva York. O como el grupo de 14 presuntos miembros o colaboradores de la organización terrorista Al-Shahab, con base en Somalia, que ayer mismo fueron inculpados por su supuesta colaboración en una red para reclutar simpatizantes y conseguir fondos.

En el reporte difundido ayer, el Departamento de Estado establece que Latinoamérica dio el año pasado pasos “modestos” para mejorar su lucha antiterrorista y la seguridad fronteriza. El gobierno de Estados Unidos elogió los esfuerzos “serios” de Colombia, Argentina y México, pero reprobó de nuevo a Cuba y Venezuela. Asimismo, el informe de casi 290 páginas ha vuelto a señalar Irán como el “Estado patrocinador del terrorismo” más activo y su apoyo a grupos extremistas tiene un efecto desestabilizador en Medio Oriente y Asia central.

El reporte ha mantenido dentro del apartado de las “designaciones de Estado patrocinador” del terror a países que ya llevan largo tiempo en la lista negra, como Cuba, Sudán y Siria. No se ha salvado Venezuela, un cliente habitual de las listas negras en el hemisferio occidental. A pesar de ello, Estados Unidos se ha cuidado mucho de no respaldar en su informe las acusaciones vertidas por el gobierno de Colombia, que asegura que el presidente venezolano, Hugo Chávez, ofrece un respaldo a las organizaciones guerrilleras de las Fuerzas Armadas Revoucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN).

“No está claro hasta qué punto el gobierno de Venezuela ofrece apoyo a grupos colombianos como las FARC o el ELN”, asegura el informe que insiste en subrayar no sólo la falta de cooperación del gobierno venezolano, sino la actitud desafiante del presidente Hugo Chávez, quien ha irritado a Washington cuando asegura que Estados Unidos es “una nación terrorista”.

La facilidad para obtener documentos venezolanos de manera fraudulenta pueden permitir a terroristas viajar internacionalmente, según el reporte.

Cuba rechazó de inmediato su inclusión en la lista negra de países “patrocinadores del terrorismo internacional” que publicó el Departamento de Estado y demandó su “inmediata exclusión” del listado. En una declaración en La Habana, la directora del Departamento de América del Norte de la Cancillería cubana, Josefina Vidal, señaló que Washington vuelve a poner en tela de juicio la seriedad del compromiso asumido en el combate al terrorismo internacional y mantiene “uno de los aspectos más irracionales de su política de hostilidad contra Cuba”.

(Con información de agencias que tomó El Universal)

1 comentario:

  1. No se necesita llegar a la parte en que "la directora del Departamento de América del Norte de la Cancillería cubana, Josefina Vidal" señala que el enlistar a Cuba dentro de las naciones promotoras del terrorismo para deducir lo mismo que ella.
    Es tan idiota poner a Cuba en esa lista, sencillamente no es su línea y ya se le pa´so el momento histórico para algo parecido, auqne tal vez, como también dice ella, se trate del modus operandi de la propaganda del gobierno estadounidense. Ojalá que sea así porque de lo contrario se nota que de repente ese país lleva asuntos muy delicados con las patas y si así funcionan (o mal funciona para los que no nos gusta como van las cosAS) los grandes gobiernos la verdad que esto se ve pero que muy feo.

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