jueves, 21 de mayo de 2009

Claves para la negociación entre Palestina e Israel


- Dos Estados. La constitución de un Estado palestino que conviva en paz junto a su vecino israelí es la clave de las negociaciones emprendidas en la última década. El concepto, implícito en los acuerdos de Oslo de 1993, fue adoptado por la Administración Bush en 2002 y fue incluido en 2003 en la Hoja de Ruta establecida por el Cuarteto (EE UU, UE, Rusia y la ONU). El acuerdo de Annapolis de 2007 también establece como fundamento para la paz la solución de los dos Estados. El Gobierno de Netanyahu rechaza aceptarlo.

- Reparto territorial. El reparto de la tierra ha sido un obstáculo hasta ahora insuperable. El plan de partición de la ONU de 1947 asignó a los judíos un 55% de los territorios de la antigua Palestina. El Estado de Israel fue fundado en 1948 tras la victoria en la guerra por la independencia contra los Estados árabes. El nuevo Estado se apoderó de una superficie equivalente al 78% de la antigua Palestina. Tras la guerra de 1967, Israel tomó también el control de Jerusalén Este, Sinaí, Cisjordania, Altos del Golán y franja de Gaza. El regreso al reparto territorial anterior a 1967 es una solución con amplio respaldo internacional, incluso en la comunidad árabe.

- Asentamientos. La resolución 242 de 1967 del Consejo de Seguridad de la ONU pide, aunque con una formulación ambigua, "la retirada de las Fuerzas Armadas de Israel de territorios ocupados". Más de 400.000 colonos viven en asentamientos judíos en Cisjordania y Jerusalén Este, lo que complica las negociaciones territoriales. Pese a los llamamientos internacionales, el proceso de colonización sigue, aunque su ritmo se ralentiza.

- Refugiados. Millones de palestinos han sido desplazados a causa del conflicto. Según un recuento de la ONU, en 2006 había 1.835.000 refugiados palestinos registrados en Jordania, 435.000 en Siria y 405.000 en Líbano. Otros 1.700.000 son desplazados dentro de Cisjordania. El regreso de los refugiados alteraría profundamente el equilibro demográfico de la región, que de por sí tiene una dinámica desfavorable a Israel, debido a la mayor tasa de natalidad palestina.

- Irán. La desafiante actitud de Teherán y su desarrollo de un ambiguo programa nuclear ponen a Irán en el centro del proceso. Israel exige a EE UU firmeza ante la amenaza iraní y pretende poner este asunto por delante del proceso de paz.

- Siria. Es otro actor fundamental en el proceso, también debido a su papel en Líbano y las estrechas relaciones que mantiene con Hezbolá. Tiene abierto con Israel un contencioso sobre los territorios de los Altos del Golán. En 2007, un bombardeo destruyó unas instalaciones sirias que, según muchos los analistas, albergaban el incipiente programa nuclear de Damasco. Nadie duda de que fue la aviación israelí la responsable del ataque. Pese al incidente, los expertos coinciden en que hay margen para mejorar las relaciones.

- El plan saudí. Arabia Saudí propuso en 2002 a Israel un plan de paz respaldado por los países de la Liga Árabe. La oferta consistía en el reconocimiento del Estado de Israel por parte de los 22 miembros de la Liga a cambio de la retirada de los territorios ocupados y del reconocimiento del Estado palestino. La iniciativa ha logrado el respaldo de la ONU y del Cuarteto.

Palestina, una breve historia (contextualización del conflicto)

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