viernes, 28 de enero de 2011

El presidente egipcio Hosni Mubarak anuncia reformas pero no deja el poder



Las ciudades de El Cairo, Alejandría y Suez se han convertido en un campo de batalla. Miles de personas motivadas por el elevado desempleo y corrupción se han enfrentado a la policía y al Ejército, lo que ha dejado 29 muertos y más de 1.000 heridos. Los egipcios exigen la dimisión del presidente Hosni Mubarak, quien lleva 30 años en el poder.

El presidente egipcio se dirigió anoche a la nación por medio de un mensaje emitido por la cadena estatal Nile TV y dejó claro que no tiene la intención de seguir el ejemplo de su homólogo tunecino Ben Ali, que dejó el poder el 14 de enero forzado por la contestación popular. Hosni Mubarak anunció la formación de un nuevo Gobierno y dijo que atenderá las demandas ciudadanas: "Estoy de lado de la libertad de cada ciudadano, pero hay una delgada línea entre la libertad y el caos”, informó Reuters.

Mubarak aseguró que trabajará por la seguridad y por la libertad de los egipcios, así como por mejorar la economía del país: “Se darán nuevos pasos hacia la democracia y la libertad y para afrontar el desempleo y mejorar las condiciones de vida y servicios, así como para ayudar a los más necesitados", respecto a un programa de reformas anunciadas.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, llamó a Egipto, su principal aliado tras Israel, a evitar el caos: "La violencia no es la respuesta para resolver problemas en Egipto. El gobierno debe ser cuidadoso de no usarla y también la gente en las calles".

Cabe destacar que la ola de violencia no está patrocinada por los Hermanos Musulmanes, la principal fuerza opositora del régimen. Un portavoz de la organización aseguró que este viernes ellos no liderarían la revuelta, pero apoyarían al pueblo egipcio.

Nacidos en 1928, los Hermanos Musulmanes tomaron los conocimientos de su fundador Hasan el Banna, un maestro de lengua árabe durante la época colonial que tenía como preceptos la acción islamista y la organización de masas. De ahí que los Hermanos insistan en la creación de un Estado gobernado por la aplicación estricta de la ley islámica, o Sharia. Gracias a la fuerte presencia en las zonas más marginadas de Egipto, el grupo tiene muchos seguidores.

Mubarak, Estados Unidos y los países europeos se oponen a la imposición de la Sharia, miedo que los ha llevado a ilegalizar y perseguir a todo Hermano Musulmán desde 1954 y durante todo el mandato de Gamal Abdel Nasser (1952-1970).

Entre las demandas de los Hermanos Musulmanes están la abolición del estado de emergencia en el que Egipto permanece desde el asesinato de Sadat en 1981 y por el cual el Estado detiene arbitrariamente a los miembros de su grupo; la disolución del nuevo Parlamento y la celebración de elecciones libres y justas; la enmienda de los artículos 76, 77 y 78 de la Constitución, relacionados con el sistema electoral; unas elecciones presidenciales con base a esas enmiendas, el cese del actual gobierno y la formación de uno nuevo que responda a las demandas del pueblo egipcio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario