Amnistía Internacional acusó a Israel de privar del acceso a agua potable a palestinos. La organización asegura que el consumo promedio de agua de los israelíes en Cisjordania es cuatro veces superior al de los palestinos e incluso les prohíbe cavar pozos o construir cisternas. Israel respondió que el informe es erróneo.
“Hay que poner fin a los asentamientos israelíes en los territorios ocupados, los israelíes tienen piscinas, jardines y campos irrigados, mientras que los palestinos carecen de agua suficiente, ni siquiera para beber o satisfacer sus necesidades básicas internas”, comentó Donatella Rovera, investigadora de Amnistía Internacional.
El gobierno de Israel negó esta acusación: “El hecho de que se diga que nosotros estamos tomando toda el agua es ridículo. Estamos consumiendo menos agua, debido a que Israel es un líder mundial en tecnología de procesamiento, desalinización y reciclamiento hidráulico”, dijo Mark Regev, vocero del gobierno de Israel.
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