Baklava, dulce sabor árabe

El baklava es uno de los dulces más famosos de la repostería árabe. La historia del baklava se remonta a la antigua de Mesopotamia. Se cree que los asirios, cerca del siglo VII a. C., fueron los primeros en colocar unas pocas capas de masa de pan junto a nueces trituradas entre esas capas, añadiendo un poco de miel y horneándolo en sus hornos de madera primitivos. Pero fueron los griegos los que introdujeron la pasta filo a esta preparación dándole ese aspecto crujiente y delicado.

En el relleno originalmente se utilizan nueces aunque también pueden ser sustituidas por almendras, pistachos, piñones o una mezcla de estos. Cabe destacar el aroma que desprende cada hoja de pasta con la impregnación del almíbar preparado a base de agua de azahar.

INGREDIENTES
4 Hojas de pasta filo*
200 gr. de nueces
100 gr. de mantequilla sin sal
1/2 taza de agua de azahar
5 cucharadas de azúcar
1/2 taza de agua
1 chorrito de limón

PREPARACIÓN
Con la ayuda de un cuchillo pica las nueces y resérvalas, dobla cada hoja de pasta filo en 4 y divídelas con una tijera. Derrite la mantequilla y baña la placa del horno con un poco, deposita dos hojas de pasta filo, píntalas con la mantequilla, espolvorea con un poquito de azúcar y luego con las nueces picadas, repite la operación hasta terminar con las 8 capas, finaliza sólo con mantequilla y azúcar.
Con un cuchillo muy afilado corta la superficie de las placas simulando rombos y lleva a horno pre-calentado a 180º, hornea por 20 a 25 minutos o hasta que esté completamente dorado.
Mezcla el agua de azahar con la 1/2 taza de agua el chorrito de limón y las 5 cucharadas de azúcar y llévalo a fuego suave hasta formar un almíbar muy ligero, reserva. Retira del horno el baklava y deja reposar por 5 minutos, posteriormente báñalo con el almíbar y espera a que se enfríe para servirlo.



* La pasta philo o masa filo, es un tipo de masa muy fina, casi transparente, que le otorga una vez horneada o frita, un crujiente muy característico. La masa filo se puede comprar en grandes superficies, aunque se puede elaborar en casa pero hay que dejarla tan fina como una hoja de papel. Tanto si es comprada como casera, una vez que vayamos a manipularla, esta tiene que estar lo menos posible expuesta al aire, ya que se seca con mucha facilidad se puede romper, complicando su manipulación.